lunes, 19 de septiembre de 2005

Cuando los zapatos son lo que importa...

Changuinola, Panamá. 8:00 de la mañana de un Sábado. Estación de autobuses. Diez u once niños a mi alrededor...corren, se rien... En su mayoría arrastran una cajita de madera, con cosas dentro...¿serán sus juguetes? NO. Con solo una palabra de sus bocas sabes que no. Lo sabes cuando escuchas "Limpia, limpia..."

Son limpiabotas. El más mayor de ellos debe tener unos 12 años. El más pequeño...prefiero ni pensarlo. Son todos indígenas. Sin excepción.

Me llama la atención uno de ellos. Es un muchachito de unos 10 años. Tiene el labio hendido...y los zapatos más relucientes que yo haya visto jamás. Parecían de charol, de lo que brillaban. Se recorria toda la estación: "Limpia, Limpia". Su empeño era admirable...si uno no pensaba en su edad, claro.

En un momento, mientras limpiaba a un señor, le escucho hablar con otro limpiabotas:
"Tienes que llevar los zapatos limpios, lo más limpios que puedas, para que ellos vean lo bien que lo puedes hacer...". Todo un empresario el chaval.

Entonces me interrumpe ver pasar al más pequeño de ellos. Arrastrando la cajita tras de si. Y mirando a todo el mundo a los zapatos. Primero los zapatos. Luego la cara, para ver si lanza su oferta...

Y es entonces cuando pienso que, en su mundo, los zapatos son lo que importa...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ultimamente estoy demasiado sensible, y me da por llorar a la minima... Pero creo que esta vez es con razón...

Porque una de las 2 o 3 cosas por las que merece la pena luchar en este mundo, son sin duda, los niños...

Y quizás también, me apena pensar que... Aún viendo cosas así... La gente me diga, que yo no puedo adoptar un niño... Habiendo niños en situaciones así...

Besos

Purkinje dijo...

A mi me pasa lo mismo ligre... se me llenan los ojos de lagrimas al ver algo asi...La hora y pico que pasé en la estación la pasé con un nudo en el estomago...y sabiendo que no puedo hacer casi nada por cambiarlo...

Aunque por otro lado me dió por pensar que quizá ellos eran conscientes, y lo hacían por un verdadero deseo de ayudar a su familia. Y en cierto modo eso era un consuelo...

Anónimo dijo...

Mira que me da coraje la campaña de Tele5 (12 meses 12 causas, la que yo y otra amiga llamamos 12 meses 12 mentiras), pero se me pone la piel de gallina al verlo y al escuchar "por el derecho del niñ@ a ser niñ@".

Quizás no podemos cambiar la realidad de tod@s pero sí podemos luchar porque al menos algun@s sí puedan ser niñ@s...
(Cada vez me da más asco la especie animal a la que pertenezco...)

Anónimo dijo...

Es triste pensar que hay niños que no pueden ser niños. Que tiene que pensar en las responsabilidades, en la comida. Es triste que tengan que perder la inocencia tan temprano, divino tesoro perdido, por el egoismo de unos pocos que se enriquecen, por el conformismo del resto, incluyendome, que esta acomodado a ciertos lujos, y no quiere preguntarse que consecuencias tiene eso.