martes, 6 de diciembre de 2005

Orgullo felino

Los instintos animales son lo que son, y nuestra petarda ha dejado bien clarito que a ella no le quita su "privilegiada posición" nadie.

La cosa es que ha aparecido por nuestro patio una gatilla abandonada, muy linda. Al principio todo estaba tranquilo. Escuchabamos a la gatilla maullar, y comprobamos que Touchée (la petarda en si) no le hacia ningún caso.

Pero hete aquí que la gatilla se nos coló en casa (porque cuando estamos dentro dejamos la puerta abierta) y se puso a comer en el comedero de Touchée.

La transformación que ocurrió entonces fue digna del mejor DR Jeckyll...Lo que suele ser una gata jugetona, mimosa, pedante, exigente, pero por lo demás traquila, se convirtio en un felino que riete-tu-ni-simba-se-mete-con-ella....

Reconozco que no sabía que un gato tenía esa variedad de sonidos tan graves... incluso me rugió!!

Obviamente la gatilla no se acerca demasiado por casa ahora, pero como el resto de vecinos la deja comida (aunque ninguno se la queda) sigue instalada en el patio...

Y a mi me da mucha pena, no solo por ella, que a pesar de tener comida diaria no tiene una casa donde jugar y/o dormir, y acabará haciendose callejera (estamos convencidas de que la han abandonado de una casa, porque no le tiene ningún miedo a las personas) y muriendo a manos de todos esos detesta-gatos que hay en este país; sino por la petarda, a la que le ha cambiado un poco el caracter desde este encuentro. Antes se sentía la reina del patio, por el que campaba a sus anchas, y ahora rara vez se mueve de la terraza...siempre observando donde está la otra...

¿Cómo se le explica a un gato que nadie va a ocupar su lugar?

5 comentarios:

yuyu dijo...

eh ke los gatos entienden mucho eh, y seguramente entienda ke no van a ocupar su lugar, pero hasta los humanos luchamos por nuestros puestos aunque sepamos ke no nos los pueden kitar.. jaja..
un besoooooooo!

mencanta la foto!

Anónimo dijo...

Es que son terriblemente territoriales. Respecto los ruidos, el mio cuando crée que está solo en casa o cuando acabamos de cerrar la puerta no os hace unos maullidos super guturales que recuerda a un bebé llorando o a un adulto bostezando...:)

Y el dia que me di cuenta de que un gato era un felino semi-salvaje fué la primera vez que lo llevé a vacunar: la ayudanta y yo con guantes de cuero sujetándolo contra la mesa, la doctora intentando pincharla y el gato girando la cabeza para intentar morderla y rugiendo de una manera que acojonaba...

... aunque lo que realmente daba era pena, fué una experiencia "traumtática", mi pareja y yo volvimos a casa con un sentimiento de culpa, y nunca más la hemos llevado a esa veterinaria... ahora rompemos la hucha y llamamos a uno que viene casa, donde el gato está mucho más tranquilo y relajado. :P

SummerGirl dijo...

Uish! los celos qué malos son! Da minino adorable a tigre de bengala!
No sé, ha probado a sentarla y explicárselo poco a poco?
Baci
PD: Ya tá... a ver si acerté... pero ésta no la comparto.

romanek dijo...

Así era mi primera gata, como era la única se sentía reina y cuando adptamos a uno que era callejero al principio hubo muchas disputas (algunas cómicas) pero con el tiempo se acontumbro. Cosa de tiempo, y creo que la gatita se irá adaptando al lugar porque si no se mueven la primer semana, ya no se fueron.

Besos! :)

Anónimo dijo...

A la mía la hemos dejado por imposible, tras arrancarse una uña de cuajo en una pelea con un cachorrito. Ha dejado más que claro que no tolera más animal que el humano... Nosotras hemos abdicado