martes, 8 de noviembre de 2005

Sueños...

Cuando abrió los ojos y se descubrió rodeado de sudor, lo único que recordaba era esa mirada fija en él. Eran dos ojos grandes, amarillos, luminosos...que lo miraban como clavándole en el sitio, hacían que no pudiera dejar de mirarlos, que no pudiera moverse de ahi...

A pesar de que aún no había ruido en las calles, y la única luz era la de las farolas, decidió levantarse y darse una ducha, para olvidar aquél inquietante recuerdo.

El agua fría en su espalda le hizo bien, y en lo único que pensó en ese momento era en cuanto tardaría en cerrar el balance pendiente desde ayer. Pero en el involuntario momento de cerrar los ojos bajo el chorro de agua, los volvió a ver, y con ellos volvió a sentir la misma sensación de terror frio, de pánico bajando por su espalda.

Sintió que no lograría dormirse sin pensar en ellos otra vez, asi que se sentó en el sillón, junto a una jarra de café, dispuesto a tragarse 3 horas seguidas de Teletienda.

Cuando más temprano que de costumbre llegó al trabajo, pensó que ella estaba más guapa que nunca. Incluso se atrevió (por fin) a casi susurrar un "¿nos vemos a la hora del café?" del que se sintió tan orgulloso como avergonzado.

Se enterró entre números y hojas de excel, y en lo único que pensaba es en el "¿por que no mejor cenamos esta noche?" que ella le había brindado guiñándole un ojo.

Sentía como si alguien hubiera detenido el reloj...no llegaba nunca el momento de salir!! Estaba deseando que fueran ya las 9 de la noche, estaba deseando estar ya en "Los Pazos" acompañando su espera con un Ribeiro, mientras llegaban las 9 y media, y con ellas el inconfundible aroma que indicaba que ella acababa de llegar...

Tras pasar los últimos 40 minutos mirando al reloj cada 3, por fin llegó la hora de salida.Iba tan distraído pensando en qué iba a decirle, que se encontró en el andén del metro sin saber bien cómo había llegado hasta allí. Ni siquiera le prestó atención a aquella voz que gritaba "al ladrón!" ni a los pasos apresurados que sonaban cerca de él. En realidad no prestó atención a nada hasta que sintió aquel dolor en la espalda producto de un empujón apresurado, y la sensación de que el suelo desaparecía bajo sus pies.

Entonces la oscuridad lo envolvió. Y cuando comenzaba a preguntarse si estaría dormido, y era el momento de abrir los ojos, volvió a ver esa mirada espectral dirigirse hacia él, esta vez con la aterradora certeza de que no estaba soñando...

8 comentarios:

Lucecilla dijo...

Hey, Purkin, no conocía esta faceta tuya... muy bueno el relato. ¿Cuando cuelgas otro? :D

Azena dijo...

ay...

romanek dijo...

!Hey, Purkinje esta geniaal!!
Me encanta este tipo de relatos. Los disfruté mucho y coincido con el comentario de arriba. !Queremos más!

Muchos besos!!! :)

Anónimo dijo...

Espero que el relato no esté basado en hechos reales... está genialmente redactado :)
Muchos besitos guapísima :)

Cuquina dijo...

En tu presentación ya nos avisabas que te gusta escribir, lo que olvidaste fué decir lo bien que lo hacías.
Tu relato me ha gustado mucho así que esperaré impaciente leer el siguiente.
Besos!!

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho el relato, casi me he sentido identificada, ya sabes, contable....y esas cosas.

Pero este sentido trágico de la vida que yo tengo, me hacía pensar a lo largo de todo el post, este tío no llega vivo a la cena ni de coña....

Escríbenos pronto otro....

Anónimo dijo...

Genial! Sabes que a partir de ahora seremos mucha pidiéndote más... ;) jajajaja. Me ha encantado y quiero más!!!!
Un besazo

Anónimo dijo...

Digno de ti. Me ha parecido muy bueno.